Los nanotubos de carbono pueden describirse como cilindros de grafeno a nanoescala (formados curvando una lámina de grafito con un espesor de un Átomo), cuyos extremos están cerrados por la mitad de una molécula de fullereno. Como miembro de la familia de materiales de carbono, los nanotubos de carbono tienen alta resistencia a la tracción, baja densidad, buena estabilidad química y estabilidad ambiental, y alta conductividad térmica y eléctrica. Estas buenas propiedades los hacen adecuados para conductores, electromagnéticos, absorción de microondas, materiales compuestos de alta resistencia, aditivos electrónicos de la batería, supercondensadores o electrodos de la batería, catalizadores de la pila de combustible, películas conductoras transparentes, pantallas de emisión de campo y otros campos. Ensamblarlos en materiales macroscópicos, como fibras y películas, es propicio para desarrollar un rendimiento macroscópico mientras mantiene su excelente rendimiento microscópico, lo que promueve en gran medida la aplicación a gran escala de nanotubos de carbono en sensores, aeroespacial y otros campos.
Fibras de nanotubos de carbono (fibra CNT) y películas (película CNT) Ensamblados a partir de una gran cantidad de nanotubos de carbono pueden reflejar mejor el excelente rendimiento de los nanotubos de carbono a escala macroscópica, y son materiales estructurales y funcionales con un gran potencial de aplicación en el futuro. En los últimos años, se ha desarrollado continuamente una gran cantidad de nuevos materiales con fibras o películas de nanotubos de carbono como componentes principales. Se han utilizado ampliamente en sensores, supercondensadores, baterías, pantallas flexibles, biomedicina y otros campos y tienen un valor comercial muy alto.